La rectora María Lilia Cedillo presentó una estrategia que reúne esfuerzos para desarrollar entornos y ambientes sanos que salvaguarden la integridad física y emocional de los jóvenes. Se llama “No te pases”, y busca reducir el consumo de estupefacientes, pero también atender problemas de salud mental, erradicar la violencia de género y prever conductas suicidas, que colocan a los estudiantes en una situación de vulnerabilidad y que atentan en contra de su vida.
“Queremos generar conciencia entre la comunidad en torno al peligro que representan las adicciones. Lo primero será contener el tabaquismo y el alcoholismo, el primer paso que dan los jóvenes en el consumo de drogas más fuertes, un paso que no saben diferenciar”, señaló.
Y es que en México en los últimos cinco años el consumo de drogas entre la población de 12 a 35 años de edad aumentó 5 por ciento. En el caso del tabaco más de 5 millones de personas son adictas; y de alcohol, cuya ingesta inicia entre 13 y 14 años, son alrededor de 20 millones.
Para hacer frente a esta situación, la rectora enumeró una serie de acciones, destacando la colaboración entre instituciones, autoridades y grupos sociales; programas para grupos de riesgo (esquemas de apoyo y seguimiento); capacitación y sensibilización en diferentes niveles; protocolos para la prevención y atención de la discriminación y violencia de género; así como acciones de investigación y de intervención administrativa. También asumió el compromiso de respaldar a quienes tengan adicciones, sufran violencia y presenten problemas de salud mental y emocional; haciendo referencia al aumento de psicólogos que se integrarán dentro del programa para atender la salud emocional de los estudiantes, así como el desarrollo de líneas de apoyo y de aplicaciones para facilitar tal fin.