El presidente Donald Trump impuso este miércoles aranceles del 25% a todo el acero y el aluminio importados a Estados Unidos. Esta política busca equilibrar las condiciones para la industria manufacturera estadounidense, pero amenaza con disparar los precios de una amplia gama de bienes de consumo e industriales para los estadounidenses.
Esta es la última medida del plan arancelario de Trump, cuyo objetivo es corregir los desequilibrios comerciales percibidos y reactivar la industria nacional. Sin embargo, corre el riesgo de desencadenar una guerra comercial global.
La Unión Europea, afectada por primera vez por aranceles estadounidenses más altos desde que Trump regresó a la Casa Blanca, respondió en cuestión de horas con contramedidas a las exportaciones de productos estadounidenses. Y más tarde, este miércoles por la mañana, Canadá también anunció más de US$ 20.000 millones en represalias.