La esperanza persiste pero el tiempo se acaba. La desesperada búsqueda de los cinco desaparecidos en el sumergible que buscaba explorar los restos del Titanic parece haber entrado en su última fase, con tan solo unas horas de oxígeno en las reservas del artefacto, según los cálculos de los expertos. El amplio equipo de rescate desplegado en la zona, a unos 600 kilómetros de las costas de Terranova, se agarraba el miércoles a los “sonidos” con intervalos de media hora que ha logrado detectar un avión canadiense.
Se trata de un “aparato P-3 que detectó sonidos submarinos en la zona de búsqueda”, según ha informado por Twitter el Distrito Primero de la Guardia Costera de Estados Unidos, recurriendo después a un vehículo operado de forma remota que estaba tratando de acercarse al lugar donde se escucharon los ruidos. El capitán Jamie Frederick, de la Guardia Costera, ha dicho hoy por la tarde que esos sonidos se habían captado por primera vez el martes y de nuevo al día siguiente, con resultados “inconclusos“.
Es, de momento, el único indicio de que las cinco personas a bordo del Titan, el nombre del sumergible, podrían estar aún con vida. “Hay que mantener la esperanza“, indicó Frederick, que aseguró que se han enviado ya más embarcaciones hasta la zona, incluyendo una con un robot francés a bordo capaz de rastrear el fondo del mar.
Según los expertos, en el mejor de los casos, el Titán se encontraría en la superficie del océano. Está equipado con sistemas de seguridad que le permiten subir a la superficie en caso de emergencia, aunque todos los ocupantes estén inconscientes.
Sin embargo, si el Titán se queda atascado en el fondo del océano, sus ocupantes acabarían quedándose sin oxígeno y sufrirían hipotermia por el frío extremo. La nave también podría quedar atrapada en una red de pesca u otro tipo de enredo. En esos casos, la mejor forma de alcanzarlo sería utilizar un robot teledirigido por un cable de fibra óptica, explica Jeff Karson, profesor emérito de Ciencias de la Tierra y Medioambientales de la Universidad de Siracusa.
Los obstáculos aún siguen mayúsculos, de acuerdo al equipo de guardacostas involucrado en la búsqueda. Se está rastreando una zona “del doble del tamaño de Connecticut” y con la dificultad añadida de la profundidad a la que habría podido llegar el sumergible. Estaba tratando de alcanzar el fondo de más de 3.900 metros donde se encuentran los restos del Titanic, que se hundió en abril de 1912.