El Banco de México (Banxico) confirmó que la nueva moneda de un peso será parte de una estrategia para modernizar la producción de monedas, reducir costos y hacerla más amigable con el medio ambiente. Aunque mantendrá el mismo diseño, peso y tamaño, la gran diferencia está en su composición: ahora estará hecha de acero recubierto de bronce, una combinación más sustentable y económica que sustituye a la aleación tradicional de bronce–aluminio.
Esta actualización forma parte de un proyecto impulsado por la Casa de Moneda de México, alineado con estándares internacionales que buscan promover prácticas responsables y disminuir la huella ecológica.



