Las refinerías de petróleo estadunidenses ubicadas en la costa del Golfo de México estarían rechazando envíos de crudo enviado por Petróleos Mexicanos (Pemex), debido a que no es apto para la producción de gasolina y diésel, de acuerdo a reportes de la cadena Bloomberg. Como consecuencia de esta problemática las refinerías están recurriendo a opciones de países como Colombia y Canadá.
Cifras del Departamento de Energía en la Unión Americana indican que México vendió en promedio 144 mil barriles diarios en la semana que acabó el 31 de enero, 78% menos que en el mismo periodo de un año, cuando exportó 661 mil. Antes, en la semana que concluyó el 24 de enero pasado, México vendió 521 barriles diarios. El petróleo pasó de aportar 22.4% del total de los ingresos públicos en 2022 a 13% en 2024, indican cifras de la Secretaría de Hacienda.
Actualmente, el país realiza la entrega de crudo hasta con un 6% de agua, lo que significa que es seis veces más que el estándar de la industria petrolera. México es el principal proveedor de crudo de Estados Unidos después de Canadá, por lo cual, las empresas estadunidenses han comenzado un estado de alerta ante esta situación que está causando problemas en la producción de combustible.
Este problema en específico apunta a los campos Ku-Maloob-Zaap, que han caído de 364 mil barriles diarios de producción en 2009 a 3 mil unidades al cierre de 2024. Esta plataforma es la que una vez se incendió y ahora parece invadida de agua de mar.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo que se trata de un problema que enfrentan muchas petroleras del mundo y no es únicamente Pemex: “Es algo que es normal, no solo a Pemex, es coyuntural y además hay manera de resolverlo. Hay mecanismos, técnicas, que permite quitarle el agua, salinidad, lo que suministra la refinería Olmeca, ayer están a punto de resolverlo en los próximos días. Se dan, no es que ahora sea un problema especial y vamos a producir 1.3 millones que se necesitan, está haciendo Pemex todo lo que tiene que hacer para resolver el problema”
La problemática con las refinerías estadunidenses se da en un marco donde Pemex se encuentra enfrentando una situación financiera donde debe pagar 20 mil millones de dólares a los proveedores de químicos y equipos utilizados para la producción de petróleo. Además, la refinería Dos Bocas, catalogada como la más grande de México, permanece fuera de servicio desde diciembre, a la espera de que el crudo esté listo para refinar y comenzar con el tratamiento pertinente.