- No existen al 100 por ciento las alertas sísmicas .
- No hay bocinas suficientes en colonias o comunidades
- No todos tienen acceso en sus teléfonos inteligentes a las aplicaciones que alerten en caso de sismo
- Salvo en la Ciudad de México, en muchas entidades sísmicas, los automovilistas no hacen alto total.
- muchos lugares, por increíble que parezca no cuentan con señalética
- no cuentan con sitios suficientes para resguardar a las personas en caso de movimiento telúrico
- Pocos mexicanos cuentan con su documentación a la mano o e archivo digital
- No se tiene un botiquín a la mano con lo esencial
- No hay protocolos en casa
Y así podríamos enumerar la lista en la que somos corresponsables autoridades y ciudadanos.
Pese a los simulacros que hay que reconocer que principalmente en las oficinas y escuelas están mejor “armados”, la ciudadanía en general , en casas habitación y pequeños negocios , este ejercicio fue casi nulo
Reza un dicho popular que los mexicanos no tenemos memoria, que todo se nos olvida y que solo quedan los “chistes” de situaciones difíciles .
Y eso precisamente se vivió este 19 de septiembre , fecha en que se recordaron los sismos de 1985 y 1917 que han sido causalmente por la misma fecha, los que se conmemoran cada año .
Lo cierto es que pudimos constatar que no todos tenemos al menos lo básico para enfrentar un desastre natural como estos.